El Santuario del Monasterio del Corazón de Jesús

Un HOGAR para el encuentro

Una profecía y su cumplimiento

El Monasterio del Corazón de Jesús en Cantalapiedra está fundado sobre una profecía: del Corazón de Jesús brota un río de gracias para que aquí, quienes llegan sedientos podrán encontrarse con el agua viva. Este mensaje, que nos acompaña desde el origen del monasterio, invita a todas las personas a acercarse con confianza.

Reconocimiento como santuario

La Iglesia ha reconocido oficialmente nuestra iglesia como santuario. Este hecho confirma que la profecía sigue viva y que el costado de Cristo continúa abierto para ofrecer un hogar a quienes lo buscan en Él. Para quienes vienen, este es un lugar de encuentro de corazón a Corazón.

Un hogar abierto por la oración

El santuario quiere ser un hogar espiritual donde la comunidad de hermanas mantiene constante la oración de intercesión, la alabanza y la adoración. Todos debemos sentirnos “en casa”: las hermanas, los que vienen de paso y también Jesús que, como en Betania, quiere encontrarse con sus amigos para compartir lo que lleva en su Corazón, para descansar, para encontrar consuelo y acogida.

Llevar nuestras heridas a Jesús

Animamos a seguir la exhortación del papa León: “llevemos nuestras heridas y las de quienes amamos ante el Señor. Clamemos también por ellos. Con la certeza de que Jesús no solo escucha, sino que se detiene, se acerca, levanta y sana”. ¡Esto es cierto! Podemos dar fe de ello.

Invitación a la Consagración al Corazón de Jesús

Desde este santuario, os animamos a dar un paso más en vuestra relación con el Señor mediante la consagración personal al Corazón de Jesús. Consagrarse es confiar plenamente en Él, dejarse transformar por su amor y entregarle toda nuestra vida, con nuestras alegrías, preocupaciones y anhelos.

Para acompañaros en este camino, hemos preparado una serie de audios que guían la oración y la reflexión, ayudándoos a profundizar en el significado de la consagración. Podéis escuchar estos audios en la web del monasterio, y así vivir esta experiencia de entrega desde casa o en el silencio del santuario. Os invitamos a dejaros abrazar por el Corazón de Jesús y a descubrir la paz y la alegría que nacen de pertenecerle por entero.